Sólo sentía la vegetación que me rozaba las piernas, el olor a limón, ese olor tan fuerte que en realidad en un primer momento desagradaba pero luego te hacía acostumbrar y familiarizarte con él.
Ya estabas allí, con ese olor tan característico por las cosechas de limoneros que nos rodeaban, yo acostumbraba a tener conversaciones a veces vacías, necias, sin sentido pero al fin y al cabo eran contigo.
Un día las cosechas comenzaron a perderse, la agricultura cayó en picado y con ella todo lo que fuiste, todas tus grandes cosechas y tus bellos aromas.
Has decidido irte a la ciudad , a la industria a un lugar al que ni siquiera sabes llegar, en el que no sabes que hacer ni actuar.
Querido agricultor,sé que volverás
pero la pregunta es si tus cosechas seguirán en el mismo lugar porque igual que tu te fuiste, sin luchar y sin pensar en ellas, ¿Ellas van a agradecerte tu falta de cuidados y de afecto, van a agradecerte su muerte que lograste arrancando poco a poco cada pétalo y cada hoja de su raíz?
Eso no se sabe, algunas plantas son realmente gratas y afables, pero ¿estarán marchitas?¿Habrán perdido todo atisbo de esperanza de recuperar cualquier nutriente?
Fuiste un buen agricultor pero no supiste ser creativo y reavivar tu industria, preferiste coger la vía de escape fácil y realmente tu no quieres eso y lo sabes bien. Es realmente fácil decir que uno esta cansado del campo y que no puede más, es facil quejarse de los tirones, del dolor de espalda, etc...
Lo dificil es aguantar pero así es la vida, ya te darás cuenta pequeño agricultor de que las fabricas te llenaran de humo, te sumiran en unas condiciones de vida pésimas, entonces será cuando recuerdes las cosechas y ya nada podrá cambiar. Seguirás en la fábrica ahogándote en un mar de hipocresía, intentando escalar para subir puestos que nunca lograrás en esa urbis.
Porque seguro que molaba más cuando eras autónomo pero es más facil sucumbir a una multinacional.
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