Me llenaste los bolsillos de palabras vacías, de promesas rotas
Fuiste mi hallazgo más caro como Cuba española, mi Pompeya perdida
Aprovechaste lo que te di para escupirme en la cara
y por ti soy así, por ti soy un amasijo de hierros
Me redujiste a escombros, me hiciste tu desecho particular
así me deje llevar por el desasosiego, viví el besubio de mi propia piel
Pero mi lava era de ira, de odio, porque me hiciste dejar de creer
me destrozaste
Más bien, lo intentaste, porque aún sigo en pie.
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