miércoles, 28 de marzo de 2012

No hay salvación.


Intento huir de la sombra de mis pensamientos, pero siempre me arrinconan.
Intento ser fuerte y obviar todo aquello que siento, pero no funciona.
Intento castigarme por todo ello, pero no me importa nada.
Sé que trato de jugar con fuego, que no te gustan las brasas, que no entiendes como disfruto quemándome.
pero quiero quemarme, si estás ahí para verme.
Aunque no importa porque no vas a estar, vas a otra dimensión, ya vas protegida porque sabes lo que es olvidarme.
"No puedes pretender que vuelva" me dijeron, pero ¿Acaso importa?
No puede volver y yo creo que tampoco puedo, me he quedado encerrado en un pequeño cubo, en una pesada armadura, en la que solo acogeré todos aquellos momentos que siempre tendré y que seguirán produciendose, porque siempre estará todo lo que hemos vivido y nunca cambiarán las tornas.
No suele llover en agosto, pero sé que ahora me toca aguantar el chaparrón y no sé siquiera si he preparado el paraguas, porque aunque tenía la armadura, me atravesaste sin avisar.
Voy a seguir conociendo esta realidad pero quiero que me siga cayendo el agua, a ver si se pasa todo y no pretendo destruir fragmentos de lo que me queda como hago siempre.
¿Para que fingir? si sé que estoy hecho de retazos de metal que se incluían en grandes objetos, que no tengo una armadura fuerte, que siempre que me la quito me dañan, o más bien siempre me dañan porque nunca me la pongo.
Y voy a seguir sintiéndome así porque tenéis razón ¿Cómo puedo pretender que vuelva aquello que nunca protegí?
¿Cómo has podido hacer eso? ¿Cómo puedes estar sintiendo eso?
Pulso el botón de autodestrucción, solo estoy esperando que el marcador llegue a cero, al menos alguien será feliz ¿no?.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

http://lafelicidadestaenelmenordetalle.blogspot.com/2011/09/bloque.html